La mayor de las virtudes Leo J. Mart.
Veamos distintas versiones de autores respetables sobre cuál es la mayor de las virtudes.
Virtud, según Aristóteles, es: <El hábito por el cual el hombre se hace bueno y ejecuta bien su función propia> Ética a Nicómaco, Libro II, 6
Hay virtudes de virtudes. Miremos cuál es la mayor de todas las virtudes para quedarnos con ella. Aunque no hay una virtud que no dependa también de otras. No es posible vivir una virtud sin que no se vivan todas las demás. Pero hay virtudes que jalonan otras muy concretas.
¿Virtudes para qué? Para salvar el alma.
Sócrates, siguiendo su imperativo socrático: < nosce te ipsum> -conócete a ti mismo, dice que la mayor de las virtudes es el conocimiento de sí mismo.
El arcángel Rafael, le dice a Tobías que la principal de las virtudes es la generosidad, y le aconseja: < Sé generoso hijo mío y siempre da; aunque tengas poco, no temas entonces dar el poco.> Tobías 4,8 y agrega: < La generosidad libra de la muerte e impide caer en las tinieblas. > Tobías 4,10
El libro de la Sabiduría, dice que la mayor virtud es la rectitud. <Sepan que todas las virtudes son fruto de su trabajo; ella enseña la prudencia y la inteligencia, la justicia y el valor; nada hay en la vida que sea más útil a los hombres.> Sabiduría 8, 7
Santo Tomás de Aquino dice que las virtudes más importantes son las virtudes cardinales, y entre ellas la virtud de la prudencia, la cual es llamada: < Auriga virtutum> -la que dirige las demás virtudes. Pero el Libro de la Sabiduría, 8,6, dice: < Y si es la prudencia la que todo lo dirige, ¿quién, sino la Sabiduría, es la autora de todo lo que existe?> Luego según el Libro de la Sabiduría, la virtud más importante es la Sabiduría.
Santo Tomás de Aquino le da gran importancia a la virtud de la Justicia. El concepto de justicia que Santo Tomás desarrolla, tiene su origen en Platón, para quien todas las virtudes se basan en la justicia; y la justicia se basa en la idea del bien, el cual es la armonía del mundo. En la Summa Theologiae, Santo Tomás le dedica a la justicia desde la II-II, q.57 hasta la 61. Pero el libro de la Sabiduría, 8,7, dice:
< Si alguien ama la justicia, las virtudes serán el fruto de los esfuerzos (de la virtud de la Sabiduría) Pues la Sabiduría enseña la moderación y la prudencia, la justicia y la fortaleza, que son más útiles para los hombres que cualquier otra cosa en esta vida.>
Qohelet, en el Libro del Eclesiastés, 12,13 concluye todo su discurso con estas palabras: < todo ha sido dicho: Teme a Dios y observa sus mandamientos: allí está todo para el hombre. Pues Dios juzgará todas las acciones, aun lo que está oculto, tanto el bien como el mal.>
Alejandro Magno, rey de Macedonia, (desde el 336 antes de Cristo) después de conquistar muchas regiones, repartía todo el botín entre sus hombres. Un general de preguntó:
- ¿Si tú repartes todo, entonces con qué te quedas? Alejandro le respondió:
- ¡Con la esperanza¡ Alejandro Magno consideraba que la virtud más importante era la esperanza, y apoyado en esta virtud, conquistó muchas regiones.
Diógenes Laercio (300 años antes de Cristo) consideró que la virtud más importante es la honradez.
San Pablo dice que la mayor virtud es el amor, 1Corintios 13: < Si no tengo amor, no soy nada.>
San Agustín de Hipona, apoyado en las enseñanzas del Apóstol Pablo, sobre la virtud del amor, dice, en la Séptima homilía en la Carta de san Juan: <Dilige, et quod vis fac.> - Ama y haz lo que quieras.
San Juan de la Cruz, dice: < Al final de la tarde seremos juzgados por el amor> y Santa Teresa de Jesús dijo: <al final de la vida el que se salva sabe y el que no, no sabe nada.>
Para santa Teresa de Jesús, la virtud principal es la paciencia, en uno de sus poemas, dice: < La paciencia todo lo alcanza>
Francisca Javiera del Valle, en El Decenario del Espíritu Santo, dice que la principal de las virtudes es la fe, que es la raíz de árbol, cuyo tronco es la esperanza, y la caridad son los frutos.
Estas enseñanzas encontraron una feliz formulación en español en la siguiente coplilla: La ciencia más acabada es que el hombre en gracia acabe, pues al fin de la jornada aquel que se salva, sabe y el que no, no sabe nada. En esta vida prestada do bien obrar es la llave, aquel que se salva, sabe, el otro no sabe nada.
Después de escuchar a las fuentes autorizadas sobre cuál es la mayor de las virtudes, nos atrevemos a decir, que la virtud más importante es: Escuchar la Voz de Dios, que habla con palabras insonoras en la mente y corazón. ¿Cómo va a perseverar en el amor de Dios, en el bien y en la justicia, y en todas las demás virtudes, quién no Escucha la Voz de su Señor?
Hasta ahora no se conoce a alguien que haya hecho eco en la forma cómo empieza el Primer Mandamiento de la Ley de Dios: < Escucha Israel, amarás al Señor tu Dios…> -Mateo 22,37 Y Deuteronomio 6,4 dice: Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios.>
¿Cómo va a conocer el que no escucha, y cómo va a amar el que no conoce?
¿Cómo va a obedecer el que no escucha?
León Martínez, filósofo, escritor.